Imanol Cid, el hombre caballo, chamán del bosque y alquimista.
VIVE Y SIENTE LA AUTENTICA METAMORFOSIS DE TU SER Y TU ALMA, en un entorno mágico y transformador en plena naturaleza
Ante todo hemos de empezar por la base: ¿De dónde venimos? ¿Para dónde vamos? ¿Cuál es el objeto de nuestra existencia? ¿Para qué existimos? ¿Por qué existimos? He ahí una serie de interrogantes que debemos aclarar y resolver.
Si por alguna parte hemos de iniciar el trabajo de crear al hombre/mujer psicológico, será, trabajando sobre sí mismos, no identificándonos con ninguna circunstancia; y auto observarnos de instante en instante, de momento en momento.
Hay un poder trascendental, que nace en cualquier hombre o mujer que verdaderamente ha trabajado sobre sí mismo. Me refiero a la Intuición. ¿Cómo definiríamos la Intuición?: “Percepción directa de la Verdad, sin el proceso de la opción”. Es la facultad de interpenetración.
La Naturaleza es nuestra maestra: Todo en ella es transformación y cambio. Si la semilla no muere la planta no nace. Vivir la experiencia de Tierra-Caballo se deben hacer de forma pausada y relajada, exponiéndose con los cinco sentidos al ambiente del bosque y la relación con los caballos. Disfrutando con la vista de los colores y formas de las copas de los árboles. Escuchando el rumor del viento en el follaje, los cantos de los pájaros. Oliendo los aromas, cogiendo alguna hoja de pino, de ciprés, de laurel, de mirto o de alguna planta aromática y aspirando sus esencias. Palpando la suavidad y la textura de un tronco, o deslizando la mano por el musgo mullido que cubre una roca. Los humanos hemos evolucionado en la naturaleza, en el bosque, por tanto es dónde nos sentimos más a gusto. Nuestras funciones fisiológicas y psicológicas son el resultado de un largo proceso de adaptación a las condiciones naturales; no es de extrañar por tanto que la vida artificial moderna nos produzca estrés y ansiedad.
Todo lo que existe es una manifestación del Ser viviente al que llamamos Dios. Todas las cosas son Dios. Nuestra percepción pues es Luz, que percibe luz. El sueño de la Conciencia es un humo que nos impide ver lo que realmente somos. Lo que realmente somos es Luz.
Dondequiera que miremos, todo lo que vemos es verdad pero debido a los recuerdos y las creencias que hemos almacenado en nuestra mente no tenemos ojos para verla. Seguimos buscando y buscando cuando todo está ya en nosotros. No vemos la verdad porque estamos ciegos. Lo que nos ciega son todas esas falsas creencias que tenemos en la mente. Vivimos en medio de una bruma que nos impide ver más allá de nuestras propias narices. Si queremos vivir con alegría y satisfacción, debemos hallar la valentía necesaria para romper esos acuerdos que tiene como característica psicológica el miedo.
Los trabajos con Tierra-Caballo te ayudarán en tu proceso de transformación y metamorfosis.
La auto-estima es la idea que nosotros mismos poseemos acerca de nuestras cualidades personales; se trata de un sentimiento que refleja el respeto y consideración que cada uno tiene hacia su propia persona. No es una capacidad que se improvisa, sino un sentimiento que vamos desarrollando a lo largo de los años. Desde pequeños, recibimos mensajes de todo tipo de las personas que nos rodean, y a partir de ellos vamos creando nuestra propia auto-imagen.
No debemos olvidarnos de que solo a través del respeto hacia nuestra propia persona, podremos ganarnos la confianza de los demás. Esta convicción se refleja en los actos que realizamos. Podríamos afirmar en definitiva, que quien se encuentra bien con su cuerpo y con su mente, tiene en sus manos las armas principales para alcanzar la felicidad, así como para afrontar de un modo responsable cuántos retos se sucedan a lo largo de la vida.
Tierra-Caballo te hará acrecentar tu propia soledad.
Se trata de dirigir la mente por las sendas interiores, definidas por un significado esotérico y profundo. Plantearse radicalmente la pregunta de “qué somos nosotros” con el fin de encontrar la dicha, trascendiendo todas las humillaciones o cualquier acontecimiento.
Alcanzar la ecuanimidad, hacerse uno con todo lo que sucede, reducirte a ti mismo, hasta el punto de anular tu forma individual, imaginaria, de anular la existencia en la profundidad de tu yo.
Con la toma de conciencia de que el yo “es nada” viene la “luz de la paz”. El deseo de actuar y de trabajar, la pasión de crear y de restaurarte a ti mismo, el ansia de silencio y de gritar interiormente de gozo. Todo esto se unifica en tu espíritu y tú te santificas.
Puedes contactar con Imanol Cid a través del teléfono:
(+34) 644 91 20 36
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