
«Si quieres encontrar los secretos del universo, piensa en términos de energía, frecuencia y vibración.»
Nicola Tesla
El movimiento ondulatorio del cosmos, en términos de expansión, interacción y equilibrio se ha demostrado y comprobado de una forma cada vez más precisa desde el siglo XX. En la actualidad, los avances tecnológicos y los instrumentos de recogida de datos permiten una confirmación cada vez más exacta de muchas de las teorías que el propio Nicola Tesla, Jacobo Grinberg u otros autores describieron con una maestría y genialidad muy adelantada a sus épocas.
En esta era de cambios -la mayoría tecnológicos y de capacidad de acceso a la información- se siente necesario (o, como mínimo coherente) hacer una propuesta de recalibración humana, personal.
La velocidad del ritmo de vida sugiere que la interacción cotidiana con tantos tipos de inteligencia se equilibre con la conexión con nuestra esencia, nuestro ser profundo, esa parte que todos albergamos en el interior. La propuesta pasa por permitirnos soportar la polaridad entre el mundo de la estimulación infinita y ese mundo interno que pide su propio ritmo esencial.
Una cosa está clara: La cantidad de información disponible, así como de propuestas de áreas de trabajo es inabarcable si no ponemos un criterio. Y cada vez más.
Tiene sentido, por tanto, adecuar la capacidad de acceso a la información y equilibrarla con la capacidad de percepción de los movimientos energéticos y la interacción con el entorno.
Calibrar un filtro que nos permita discernir qué nos puede resultar útil, qué está alineado con nuestro momento, y qué no.
La Visión Clásica de las Capacidades Perceptivas.
Comencemos con la visión de las capacidades perceptivas referidas a experiencias que percibimos, integramos y dotamos de significado a través la memoria y las capacidades sensoriales y mentales.
- La Sensibilidad: En términos clásicos, se refiere a la capacidad de un ser vivo para percibir y responder a estímulos externos o internos. Esta capacidad se manifiesta en diferentes niveles:
- Físico: La capacidad de detectar cambios en el entorno a través de los sentidos, como la vista, el oído, el tacto, el gusto y el olfato.
- Emocional: La habilidad de experimentar y responder a emociones, tanto propias como de otras personas.
- Sensorial: La percepción de estímulos específicos a través de otros órganos sensoriales, como la sensibilidad al dolor, la temperatura, o la presión.
- El Sentimiento: En términos clásicos, un sentimiento es una experiencia afectiva o emocional que se produce en respuesta a estímulos internos o externos. A diferencia de las emociones, que suelen ser más intensas y de corta duración, los sentimientos son más duraderos y reflexivos.
- La Sensitividad: En términos clásicos se refiere a la capacidad de sentir como sinónimo de experimentar sensaciones. Esta capacidad queda íntimamente ligada por tanto, al sentimiento, y podríamos decir que se erige como la experiencia que precede a la elaboración mental de éste.
La Sensitividad Cuántica: La Capacidad de percibir los movimientos energéticos.
En realidad, siguiendo los parámetros de la ciencia cuántica podemos tener acceso a experiencias de captación de energía que van más allá de las propias capacidades perceptivas, y que tiene que ver con capacidades extrasensoriales.
Estas capacidades se están manifestando continuamente, no se desconectan al cerrar los ojos o al dormir, y se erigen como la base de nuestra capacidad de relación con el entorno.
Vamos a definir una serie de conceptos que nos acerquen a la visión cuántica de las percepciones.
- La Energía Vital: Procediendo de la consciencia cuántica, la energía vital emerge como la manifestación activa y dinámica de esta energía universal. Esta energía vital insufla vida en los organismos, apoyando y regulando todas las funciones biológicas y emocionales. Es la corriente esencial que permite la existencia y el bienestar de los seres vivos. Cuando perecemos como seres vivos físicos, dejamos de formar parte indivisible de esa energía vital.
- Los Campos Mórficos o Campos Morfogenéticos: Podríamos decir que, dentro del flujo de la energía vital, los campos mórficos desempeñan un papel crucial y específico al proveer la información necesaria para la organización y especialización celular. Estos campos guían el desarrollo y la función de las células, asegurando que se diferencien correctamente y desempeñen sus roles específicos en los órganos y sistemas del cuerpo.
Este concepto fue desarrollado por el Biólogo Rupert Sheldrake y explica por qué, en un momento dado del crecimiento embrionario, las células comienzan a replicarse con una especificidad para realizar funciones concretas y diferenciadas dentro del organismo.
Los Campos Mórficos son capaces de transmitir los movimientos del cuerpo de energía vital al organismo físico. Las zonas donde esas percepciones colapsan entre lo energético y lo corpóreo son los famosos Chakras.
- La Sensitividad Cuántica: Esta idea o concepto de nuevo acuño, sugiere que nuestros sentimientos y emociones son manifestaciones de movimientos energéticos en el campo cuántico, y que somos capaces de percibir estos movimientos debido a nuestra conexión con la conciencia universal. Si nos vamos a la parte de nuestra experiencia individual relacionada con la unión a nuestro organismo, podríamos hablar de la capacidad de apreciar movimientos en nuestro cuerpo de energía vital, de forma que somos sensibles -sensitivos- a esos cambios que se dan.
Podemos decir, que el movimiento energético que somos capaces de percibir, se manifiesta casi al unísono con la percepción corporal que se genera en la unión del campo mórfico con nuestro organismo.
El Movimiento energético es neutro, mientras que en la manifestación a través de lo físico se suele mezclar con las respuestas condicionadas almacenadas en nuestro cerebro a través de la memoria, de tal forma que una percepción concreta, parece aportar un significado (Condicionado) concreto por la asociación que hacemos hacia nuestras experiencias previas.
En el siguiente apartado explicamos de qué forma se opera, desde la aparición del movimiento en el flujo vital, hasta la elaboración de una experiencia corpórea, la cual relacionamos con un pensamiento y emoción concretos.
El Proceso Perceptivo Cuántico: La Transducción Energética.
Este proceso de identificación, percepción y asociación a una respuesta de pensamiento y emoción concreta se da prácticamente en sincronicidad, aún así, tenemos la capacidad de identificar el movimiento energético originario del proceso.
Amit Gotswami explica que, desde el punto de vista de la sensibilidad humana, cuando sentimos (experimentamos la sensitividad cuántica), estamos identificando movimientos en el cuerpo de energía Vital, y de forma asociada, nuestros órganos se encargan de que percibamos ese movimiento, en el organismo, puesto que, como hemos visto, su funcionamiento se encuentra estrechamente vinculado a este flujo energético.

- Sensitividad Cuántica: A través de esta capacidad percibimos como la energía ambiental, las radiaciones electromagnéticas y las diferentes frecuencias vibratorias que se proyectan en el campo cósmico interactúan con el cuerpo de energía vital. De esta forma, se altera el flujo de energía interna a través del entorno. Es en ese momento donde tenemos la capacidad de determinar cómo interactuar entre nuestra energía esencial y el movimiento energético que se inicia. Si no tomamos consciencia, no afinamos esa antena, entramos en un proceso de asociación automática basado en las experiencias previas.
- Percepción a través del Campo Mórfico: En un proceso prácticamente al unísono, ese movimiento genera una estimulación en nuestro sistema nervioso. Percibimos estos cambios desde el cuerpo vital y comienzan a procesarse en el cuerpo físico a través de los Chakras. Esta identificación puede ser consciente o subconsciente.
- Intervención de la Memoria Racional: El cerebro racional empieza a buscar asociaciones lógicas y experiencias previas similares para interpretar el cambio energético y la sensación corporal. Se activa una significación que tiene mucho que ver con las vivencias y recuerdos almacenados en la mente racional.
- Intervención de la Memoria Emocional: La memoria emocional agrega una capa de interpretación basada en experiencias pasadas, convirtiendo la sensación corporal en un sentimiento -emoción- específico.
Ámbito de intervención cuántica: Identificación de la raíz del Proceso.
¿Por qué se dice que la emoción es la clave para centrarnos en nuestro cuerpo energético? ¡Porque si hacemos, a través de la visualización y la consciencia el proceso inverso, podemos llegar a la identificación del movimiento energético causante de todo ello, es decir, al movimiento inicial!
Todos hemos sentido la emoción de apertura a una vinculación e intimidad con otra persona. Vamos a explicar el camino “de vuelta” para ir afinando la antena de la sensitividad cuántica.

- Si eres capaz de identificar, de sentir el movimiento de la energía vital, entras en una vinculación más estrecha entre la parte energética y la manifestación -tanto física como mental- de tu realidad en su flujo constante de acontecimientos.
- Si no te sientes especialmente adiestrado en este arte, no te preocupes, ¡perteneces al club más numeroso! la buena noticia es que siempre puedes identificar la emoción causada y deshacer el camino de migas que deja tu caperucita roja energética en su recorrido, puedes rastrear hacia atrás el recorrido. La Figura 2 explica el cómo.
- Puedes entender la importancia que tiene el camino tanto de ida como de vuelta, si, en un momento dado potencias una emoción, esta influye directamente en una zona corpórea concreta, y podemos tomar conciencia de la relación que existe entre ese estado anímico y el funcionamiento de nuestro organismo. Esto es especialmente importante cuando nos referimos a la sintomatología asociada a emotividad y sensibilidad, por ejemplo, en el desarrollo de una patología.
- Así, cultivar, entrenar, poner atención a cualquiera de las fases del proceso, te va a permitir la identificación -así como la intervención consciente- en la interrelación entre todos los elementos de la ecuación. Vas a poder poner consciencia en base a tu entrenamiento del sentir; este proceso, posiblemente no se cree de un día para otro, pero, una vez más, a mayor práctica, mayor avance.